Comienzo este pequeño rincón para compartir mi experiencia como cooperante voluntaria en Mali, dejando también un espacio abierto para tí y lo que se nos vaya ocurriendo entre las personas que por aquí pasemos.

domingo, 7 de agosto de 2011

Primer domingo de Ramadán



Domingo calmado y lluvioso en Torokorobogou. Así es como se llama el barrio donde vivo y quiere decir el lugar donde hay árboles. Y es cierto, el camino que sale detrás de casa y que lleva al Níger está salpicado de frondosos mangos. Y ahora que la estación seca ha terminado lo que hace sólo dos semanas nos parecía un descampado es hoy tierra fértil donde nace millo que cuidadosamente mis vecinas han sembrado.(Me pregunto qué le echan porque al del huerto ni cantándole crece tan rápido).

Llueve en Torokoro, el imán llama a la oración y en esta calmada mañana saboreo mi segundo café del día mientras me detengo en las palabras de Auster en Tombuctú:

"No me digas que dos y dos son cuatro"- Dijo Willy.
"¿Cómo sabemos que dos y dos son dos?. Esa es  la verdadera cuestión".

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