Comienzo este pequeño rincón para compartir mi experiencia como cooperante voluntaria en Mali, dejando también un espacio abierto para tí y lo que se nos vaya ocurriendo entre las personas que por aquí pasemos.

martes, 20 de mayo de 2014

Guarapo

Merece una mención especial la proyección 25 años después de su estreno de la película Guarapo.

Anoche tuve la suerte de estar en el momento adecuado y en el sitio donde actores, actriz y directores presentaban el largometraje. Qué mejor escenario que el Auditorio Infanta Cristina en la Villa de San Sebastián de la Gomera para tan emotivo evento.

 Imagino que en tantos años,tanto las hemerotecas como internet estarán plagadas de críticas y comentarios acerca de esta primera acertada película de los hermanos Ríos.Yo, con 25 años de restraso aprovecho este medio para agradecer que una película sepa trasmitir de una manera tan realista un tema que 25 años después sigue siendo de actualidad.

Y enlazando con el I Encuentro Confederal  sobre Derechos Humanos que tuvo lugar hace dos semanas en El Escorial, me viene a la cabeza la Carta Magna donde el artículo 13 dice:
  1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de cada Estado.
  2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
Algunas personas asistentes al auditorio parecían inquietas y curiosas ante una posible segunda parte de la película, y  de una manera muy participativa cada unos de los actores y la actriz protagonista fueron construyendo su propio final de la historia.
Pero lo realmente cierto es que siendo Guarapo una ficción, no deja de ser reflejo de más de una historia que en los años del franquismo se vivió en Canarias: funcionarios de la península desconcertados por el clima, la orografía o incluso por el habla, el terrateniente que controla la economía del pueblo, las "viudas blancas" que pasan su tardía juventud y madurez esperando a ser reclamadas por sus maridos desde el otro lado del Atlántico y un cura que confiesa y se atiene a su secreto de confesión (código deontológico actual de los psicólogos).

Ya de camino a casa una señora decía a su compañero:" ¿Qué seguda parte quiere la gente?. La segunda parte la estamos viviendo con la partida de nuestros jovenes".

Recomiendo Guarapo no sólo por ser un símbolo identitario de la cultura canaria sino porque nos muestra que aquellas personas que dejan atrás su tierra en busca de una mejora, también tienen historia y nombre; solo hay que cambiar el de  Benito por Mohamed.