Comienzo este pequeño rincón para compartir mi experiencia como cooperante voluntaria en Mali, dejando también un espacio abierto para tí y lo que se nos vaya ocurriendo entre las personas que por aquí pasemos.

viernes, 22 de julio de 2011

Madre tierra es madre soltera y su luna no es de miel

De talla pequeña, con la  cara ligeramente redondeada y su mirada tímida, cargan horas de trabajo muy pocas veces agradecido .Venidas a la capital desde el interior, muchas niñas dogón viven como nou-nou en casa de familias malienses.
Aún en la edad de la menarquía, estas niñas portan en sus espaldas hijos ajenos y les dedican aquellas horas de juego que les fueron negados a ellas. Con ellos a cuestas limpian la casa o preparan la comida. Todo ello en silencio y sin cruzar mirada con nadie.
Las nou-nou no tienen horas libres  ni tampoco deciden.
Simplemente un día, cuando su familia de origen  considera que es propio,las mandan llamar y  marchan con un par de vestidos de más, un cuerpo anunciando la recién llegada pubertad y una peluca bien peinada al interior del país. Allí todo está dispuesto para una boda.
Nadie lo cuestiona, esto es así y ya está. Y ellas reciben al marido con las piernas abiertas, que es lo propio de una mujer recién casada.
La única diferencia con sus años en la capital es que con suerte, los hijos y las hijas que cuide en el futuro serán también  de ella.
En Bamako la mayoría de niños y de niñas son criados por nou-nous a las que aprendieron a tratar como ciudadanos de segunda (más bien de tercera si consideramos el componente de género). Esto también es así, y nadie lo cuestiona.
Para que el sistema siga funcionando (da igual que sea  insanamente, pero que funcione) los elementos no se pueden cuestionar. Cualquier cuestionamiento pone en peligro años de “tradición”. 

A todas las mujeres que fueron niñas y llevaron en sus cabezas kilos de alfalfa o a sus espaldas su infancia robada, quizás no sean madres solteras pero en su vida tampoco hay miel.

2 comentarios:

  1. Jolin...y no puedes hablar con ellas abiertamente del tema?

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  2. Hola Sarita!
    Ufff, no se trata de predicar, primero porque quién dice que mi punto de vista es el adecuado, segundo porque las cosas no cambian de un día para otro y tercero y más importante ,¿ellas quieren cambiar su realidad? .
    ¿Cuántas cosas tienen que cambiar todavía en nuestro país para que nos acerquemos a un mundo mejor, más igualitario, con más oportunidades que aún está por llegar?
    Creo que mi carácter reivindicativo y protestón se está adecuando a esta realidad que me brinda distintos enfoques, que me deja ser partícipe desde esta línea de imparcialidad. “Amalita observadora” era un papel que me costaba retener porque la “Amalita parlanchina”, perdida en su ensimismamiento, no le daba pie en el guión.
    Me enervo, no te digo que no, pero soy muy consciente de cuál es mi papel aquí y cómo yo puedo intervenir o no en ciertas situaciones. Aprendo a cada ratito, con los mail que nos intercambiamos, con esta vía de comunicación de diálogos abiertos, aprendo cuando me encuentro con cosas que no me espero y cuestiono mis esquemas. Y en este caminito, que ahora se me presenta físicamente algo más al sur, también tengo miedo: tengo miedo de no ser capaz de buscar el cambio, de comprender que vivir es comenzar, siempre, a cada instante.

    Besitos !!

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