Comienzo este pequeño rincón para compartir mi experiencia como cooperante voluntaria en Mali, dejando también un espacio abierto para tí y lo que se nos vaya ocurriendo entre las personas que por aquí pasemos.

viernes, 9 de marzo de 2012

Día internacional de la mujer en Mali.


Una de las rutinas en estas dos últimas semanas consiste en intentar que el casero arregle la gotera que hubo en el baño (que la pinte al menos). Estando el sábado en esas historias mi vecina de arriba, Coumba, llamó a la puerta de casa.
Coumba y yo compartimos contadores de luz y agua y hace tres meses (de los cuales yo he estado dos fuera) que las facturas son muy elevadas. Yo pienso que una tuberia debe estar perdiendo agua pero mi vecina está convencida de que el tipo que gestiona todo para que nosotras paguemos más. Yo no le encuentro mucho sentido a esta opción porque si fuera así podríamos hablar de un complot de la comunidad(al estilo aquella peli de la Maura) contra nosotras y eso es rizar el rizo demasiado.

Hablando de las posibles soluciones me he enterado de que al que yo suponía hijo del casero no lo es (Coumba me aclara que éste es Maïga y que nuestro casero es el señor Keita), así que esa era la pieza que me faltaba para entender lo mezquino que es el a partir de ahora el llamado , "encargado de pedir la pasta".
Este descubrimiento me ha dado fuerzas para decirle cuando ha venido a cobrar que le daba la opción de que me enviase a alguien para pintar o que si quería lo pagaba yo con el dinero del mes y le pasaba después la factura.
Y así es como hace dos noches justo en el momento en el que quería regalarme un momento de relax echándome un refrigerio después de pasar el día frente a facturas interminables me llamó Assetou para decirme que pasaba por casa y se había encontrado a un pintor que me esperaba.

Así que el señor Keita-Picasso pasó dos horas en casa contádome que tiene una presión familiar para casarse pero qué él quiere casarse con una blanca porque "mírate a tí", me decía, sois muy limpias y ordenadas (debí darle esta impresión porque en el rato que pintaba yo aproveché para fregar los platos, barrer y recoger mi cajita de cerillas que tengo por casa).

En fin, nos tomamos un par de plátanos mientras hablábamos de lo interesao que es el tal Maiga.
El caso es que ahora el baño de mi casa es de color de los pitufos o como las casas de Chaouen o parece que Picasso pasó dando brochazos en alguna de sus etapas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario